En Mallorca tenemos un amplio abanico de variedades de uva autóctona de gran valor. Existen diferentes variedades de uva que se han recuperado después de años y que ahora, gracias al trabajo realizado, nos regalan caldos con características excepcionales y diferenciadoras.

Las principales variedades de uva autóctonas de uva negra que se utilizan para producir vino son el Manto negro, Callet, Fogoneu o Gorgollassa. Si hablamos de uva blanca hay que citar el Prensal, Giró ros y Malvasia.

El Prensal es la variedad de uva blanca más cultivada en Mallorca. Su fruto es largo y produce vinos de graduación media y tonalidades afrutadas.

Existen zonas de la Isla donde históricamente se han cultivado más diferentes tipos de uva como, por ejemplo, la zona norte de la isla que ha acogido la gran mayoría de uva blanca Malvasia que nos ofrece unos vinos aromáticos y con una elevada graduación de alcohol.

Si hablamos de zonas hay que mencionar Binissalem donde se cultiva el Manto negro, una variedad que aporta al vino notas de fruta madura y, también, una alta graduación. El Fogoneu, en cambio, se cultiva mayoritariamente en la zona de la comarca de levante y produce vinos de graduación baja y aromas sutiles.

Existen algunas variedades que han estado próximas a la desaparición como la variedad Gorgollasa y el Giró ros, juntamente con la mencionada Malvasía, que después de mucho trabajo de recuperación, han vuelto a cobrar importancia y a día de hoy su expansión es notable. La primera, Gorgollasa, produce un vino afrutado y ligero. El Giró ros, otra variedad autóctona de uva blanca, en cambio, resulta una variedad que aporta una alta intensidad en boca.

El Callet es una variedad de uva tinta que tiene su origen en la zona de Felanitx y, originariamente, era cultivada para la producción de vino de consumo local. Produce vino de sabor largo y persistente con notas a frutos rojos.