Enamora a primera vista con su atractivo tono salmón pálido, con su aspecto tan limpio y brillante.Delicadeza pura, engancha su brillante apariencia, que refleja su frescura encantadora.

Delicadeza pura, engancha su brillante apariencia, que refleja su frescura encantadora. Nos llena la boca de frescura, asistiendo a una ceremonia de alegría y amabilidad. Despliega todo supotencial de fruta roja, cítricos como el pomelo. Fresco, sutil, paso fácil y amable.

En realidad el Rosé es refrescante, ligero, da una buena impresión nada más probarlo, se consume a baja temperatura y aporta esa chispa de fogosidad que nos hace disfrutar de las relaciones sociales,especialmente con el sol de fondo, fácil de digerir, apto para todos los paladares, y sin complicacionespara su maridaje. Descomplicado, su gama aromática perfuma nuestra boca, la refresca con su frescura a cada sorbo sinreglas de cómo acompañarlo, ni cuando beberlo ni con quién.Frescura a la vista, en boca y natirz limpia vino elegante, con mucha estructura, pero a la vez muy fácilde beber..