Seguramente alguna vez hayas oído en catas de vino o tomándote una copita con tus amigos, expresiones como “este vino tinto tiene muchos taninos” o “los taninos del vino están bien integrados”; y quizás no hayas entendido ni una palabra. 

Sino quieres que la expresión “taninos del vino” te siga sonando a chino, entonces lee este post porque desde dismavi ¡te lo explicamos todo! 

1.¿Alguna vez has tenido esa sensación de sequedad y aspereza en encías y dientes?

Los taninos aportan un sabor seco, arisco, rugoso y amargo al vino.

Un exceso de ellos pero puede ser no muy agradable. Se encuentran en la piel, semillas y raspón de la uva, pero también pueden proceder de la madera de las barricas.

2. ¿Sabías que existen varios tipos de taninos del vino?

• Taninos dulces y aterciopelados: dejan una sensación leve de sequedad en la boca, esto indica que está en su momento óptimo.

• Taninos sedosos: son los que, al tragarlos, te dejan a su paso un paladar jugoso.

• Taninos secos: te dejarán la boca mucho más seca. Este tipo de tanino nos deja ver que se han usado barricas demasiado antiguas.

3. El tanino es fundamental para el equilibrio de un vino tinto.

Los taninos aparte de ser uno de los factores que dan estructura al vino, son la columna vertebral del vino tinto responsables del equilibrio entre fruta, acidez y alcohol.

4. El tanino es beneficioso para la salud

Tienen una gran cantidad de propiedades saludables para el organismo. Estos no solo eliminan la grasa del paladar y del tracto digestivo, sino que son ricos en procianidinas beneficiosas para el corazón.

Es más, causan una acción antioxidante, lo cual está estrechamente relacionado con la prevención de enfermedades degenerativas y cardiovasculares.

5. Los taninos favorecen el buen envejecimiento del vino tinto

Ayuda a prevenir la oxidación.

Precisamente, serán los taninos sedosos los encargados de que el vino tinto envejezca adecuadamente durante décadas y consiga suavizarse y conseguir un sabor más aterciopelado.